miércoles, 30 de octubre de 2013

EL REY DE LAS FLORES - Silvio Roriguez

 "A mi me la inspiró el dibujo de un niño que representaba a un rey con una corona de papel. Eso, y la desgarradora constancia de la guerra de Vietnam, que era el pan nuestro de por entonces, hizo la canción"   Silvio Rodriguez



miércoles, 12 de junio de 2013

El Mayor - Silvio Rodriguez




El Mayor, dedicada al Mayor General del Ejército Libertador Ignacio Agramonte y Loynaz. 
Entrevista de Rafael Ramos a Silvio Rodriguez, por el origen de esta cancion:

Rafael Cruz Ramos: Como esa canción es un himno para los camagüeyanos, (también para los cubanos) me gustaría saber ¿Cómo recuerdas ese momento?

Silvio Rodríguez: Fue algo insólito que en un acto donde hablara Fidel se cantara. En 1973 eso no era común. Mucho más insólito que el que lo hiciera fuera un trovador políticamente no muy bien visto, como lo era yo. Eso debe haber pasado porque la canción me la pidió Giraldo Mazola, que por entonces era funcionario del Partido provincial de Camagüey. Cuando le entregué la canción a Mazola, él debe haber pedido permiso para que se estrenara en el acto y evidentemente se lo dieron. El 9 de mayo me comunicaron que la íbamos a tocar allí. Así que todo el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC subimos no a un tren, sino a un avión camino a Camagüey. Fue una experiencia inolvidable. Había una solemnidad espesa en la Plaza San Juan de Dio
s.
Una semana después, vi a Armando Hart en su casa (yo iba allí a ver a Haydee Santamaría) y me recitó mi canción, que había salido publicada en Granma. Pero eso no es todo: me dijo que Fidel también se la sabía. Para mí fue un atisbo de que quizá las cosas empezarían a mejorar respecto a mi generación de trovadores. Y al parecer fue así, porque al año siguiente la UJC propuso en Manzanillo que se institucionalizara el movimiento.
RCR: ¿Cual fue la génesis de ese texto, de la melodía?

SR: La génesis fue la lectura de varias biografías de Agramonte, si mal no recuerdo una de Ana Núñez Machín, e incluso “Historia de la guerra de los diez años” de Ramiro Guerra, que también leí, buscando profundizar en la figura de Agramonte. Llegó un momento en que tenía tanta información que era incapaz de decir nada. Tuve que esperar a que se me ocurriera esa melodía, y a partir de ahí fui sacando poquito a poco las ideas.

RCR: ¿Ignacio Agramonte, como ser humano, como héroe te resultaba conocido, te era cercano?

SR: Del período de los mambises, desde primaria era mi héroe preferido. En ese sentido estaba muy bien motivado.

RCR: ¿40 años después, sigues pensando en el Mayor cabalgando por las llanuras de los tiempos y los desafíos, de las distancias para los amores como el de Amalia?

SR: El Mayor es una de las más bellas figura de nuestra Historia. Un personaje cuya corta vida dejó un rastro de patriotismo y sacrificio ejemplares. Pudiera verse como un clásico héroe romántico, con el peso de que su ejemplo fue completamente cierto.

RCR: Hermano una última curiosidad, La vergüenza, esa canción que incluyes creo que en ese mismo disco, ¿también está dedicada al pensamiento de Ignacio Agramonte, recuerdas la anécdota de El Mayor?
SR: Recuerdo haber leído que en una asamblea algunos legisladores insurrectos plantearon posponer la guerra, por falta de armas y recursos, y que Agramonte se opuso, diciendo que la continuaría él solo. Cuándo le preguntaron con qué contaba, respondió: “Con la vergüenza de los cubanos”. Hay algo de eso en mi canción “La vergüenza”.

lunes, 18 de febrero de 2013


Un 18 de febrero (Por Silvio Rodriguez)




Hoy, 18 de febrero de 2013, hace 45 años de que Noel Nicola, Pablo Milanés y yo hicimos nuestro primer concierto en la sala Che Guevara de Casa de las Américas. Fue Pablo quien me comunicó que esa importante institución nos lo solicitaba. Nunca me quedó claro quién se lo dijo a él.

En el verano anterior la Casa de las Américas había patrocinado un encuentro internacional de cantores y había quedado inaugurado un Centro de la Canción Protesta. El pretexto de nuestra presentación era darle continuidad a aquel departamento que, dentro de la dirección de Música, dirigía la norteamericana Estela Bravo.

La idea inicial fue que lo hiciéramos Pablo y yo, pero entre los dos teníamos muy pocas canciones que pudieran considerarse “de protesta”. Sin embargo yo acababa de conocer a Noel Nicola, sabía que él también había escrito algunas canciones de ese tipo, y propuse sumarlo.  Después vimos que ni los tres juntos teníamos las suficientes para completar al menos una hora. Por eso nuestro repertorio acabó siendo el habitual: muchas canciones de amor, alguna que otra “filosófica” y unas pocas con contenidos explícitamente políticos. La suerte fue que en el público estaban Vicente Feliú, Martín Rojas, Eduardo Ramos y Belinda Romeu, y entre todos sí que pudimos armar algo parecido a un concierto de “canciones de contenido”, que era como se les decía por entonces.

De los tres concertantes, Pablo Milanés era el único que contaba con cierta trayectoria reconocible, por haber integrado un par de agrupaciones vocales y tener algunas canciones muy celebradas en el ambiente musical. Noel Nicola, hijo de Isaac Nicola --el más prestigioso maestro de la guitarra en Cuba--, era, sin embargo, autodidacta. Yo sólo era un muchachito salido del Servicio Militar, que había sido presentador de un programa de televisión desaparecido.

No tengo noticias de que nuestro concierto haya quedado registrado. Mucho menos filmado, aunque no dudo que alguna cámara del Noticiero ICAIC tomara imágenes. Por ahí hay una foto en que los tres nos vemos juntos y muy jóvenes, en Casa de las Américas. Pudo ser de aquella noche, pero también de muchas otras parecidas que a partir de entonces sucedieron.

Nadie se engañe: no éramos muy importantes; apenas unos jóvenes autores que aparecían entre contradicciones más o menos sonadas. Pablo había estado en las UMAP; a mi me habían botado del ICR. Éramos bebedores, fumadores, adictos a tocar guitarras y chicas inolvidables.

Sólo unos días antes yo había entrado a la Casa de las Américas por primera vez y había estrechado la mano de Haydee Santamaría, la heroína del Moncada. Adita, su hermana, todavía trabajaba allí, bajo una enorme foto del Che que tiempo después me regaló --y todavía conservo. Aún no conocía a Aida, otra amiga en la eternidad.

Nos faltaba mucho por hacer, no sabíamos cuánto, pero lo presentíamos. Ser invitados a cantar en Casa de las Américas fue una señal de que el porvenir podía ser mejor de lo que parecía.

Fue un 18 de febrero, como hoy.


jueves, 24 de enero de 2013

Cancion Para Mi Soldado - Silvio Rodriguez



-Silvio compuso en Angola Canción para Mi Soldado¿Conoces la Historia de esa obra?-
-El primer lugar donde estuvimos en Angola fue Cabinda.Fue nuestro primer encuentro con la guerra de Angola,y ahí hicimos unas amistades extraordinarias,como se logra en esos casos.
El 25 de febrero nos acababan de dar los uniformes.A Silvio nunca le quedaban bien los pantalones,por ser tan flaco,y como desde muchacho yo aprendí a coser a máquina,agarro su uniforme y se lo empiezo a arreglar.En ese momento me avisan que el Comandante Ciro Berrio Medina,jefe de la sección Política de Cabinda y segundo jefe de la Sección política del estado mayor en Cuba,nuestro amigo en Cabinda,amigo entrañable,ha caído en una mina.ha perdido una mano y lo están tratando de sacar de un paro.
Yo voy,trato de verlo;hace falta sangre,la mía no sirvió.Voy a ver a Silvio,y cuando le toco la puerta él está con la guitarra,y le pregunto:¿Estás componiendo?-Sí-.No le digo nada para no alarmarlo,hasta ver que pasa.Vuelvo para el hospital hasta que,finalmente,después de tres o cuatro paros respiratorios,Ciro muere.
Yo regreso destruido,muy mal,porque era una persona muy querida,y cuando llego a dondé está Silvio para darle la noticia,con una cara inenarrable,él,radiante,me dice:Coño!,Tinto,oye lo que acabo de hacer-.Y me canta canción para mi soldado,Yo me morí,se me salieron las lágrimas.-Coño!¿Qué te pasa?-Ciro Acaba de morir-.Era increíble.Él la estaba componiendo mientras Ciro moría,y entonces,evidentemente,quedó como la canción de Ciro.Una de las más lindas que ha escrito Silvio.Extraordinaria

Vicente Feliú

Extraído de Libro:”Por quien Merece Amor”de Ernesto Alemán y Guillermo Alemán



Son para ti- Vicente Feliú y Pepe Ordás



"Es una canción que hice cuando tenía 20 años, en 1979; la muchacha en quien me inspiré era mi novia, y en ese momento tenía 14 años. Ella vive aún en Guanabo, un pueblo al este de La Habana que forma parte de la zona conocida como “Playas del Este”, donde acudíamos los fines de semana los integrantes de Guaicán, grupo musical que fundamos en 1977 y al que pertenecí hasta el 2000.

Allí la conocí y, en un intento por conquistarla, se me ocurrió proponer que jugáramos todos a “los agarrados” en el agua, con la idea abalanzarme sobre ella y propiciar un contacto más cercano, justificado por el juego. Sin embargo, luego de nadar tras ella por casi cinco agotadores minutos, desistí, totalmente extenuado (por eso “…enséñame, mujer del hechicero navegar, la senda que me lleva hasta tu cuerpo…”). Luego, en el almuerzo, supe que Glenda, que así se llama, era campeona provincial de natación. Claro, de haberlo sabido habría intentado otro recurso, como hice después; pero eso no lo contaré.

Los vecinos del lugar comentaban que aquella relación no iba a tener futuro, precisamente por la diferencia de edades, por lo que yo hice la canción, entre otras cosas, para demostrarles que sí, que era posible. Al final, ellos tenían razón; aquello duró apenas dos meses. Por fortuna, quedó la canción."